Jericoacoara, Brasil

Jericoacoara es un pequeño pueblo de pescadores, escondido detrás de las dunas de la costa oeste del estado de Ceará.
Elegida por el Washingtong Post como una de las playas top 10 más lindas del mundo, Jeri, como es amistosamente llamada por los nativos, es un pequeño punto del cielo en la Tierra, compuesto por profundas lagunas azules, mar calmo y dunas gigantes desde donde es posible ver el atardecer más hermoso de Brasil.
Desde 1984, el área que rodea Jericoacoara fue declarado Área de Protección de Medio Ambiente (APA) y se convirtió en Parque Nacional en el 2002. Esta acción trajo varias restricciones de construcción y controles de turismo que ayudaron a preservar el área. La distancia a las ciudades más grandes y las dificultades de acceso también ayudaron para mantener la playa y la villa aisladas.

Sólo 15 años atrás, Jeri era una villa pesquera, sin ningún contacto con la civilización moderna, donde la electricidad era generada por motores diesel y la iluminación de las calles provenía de la luna y las estrellas. Luego de que la elección del diario fue publicada, el turismo creció rápidamente y la villa playera se convirtió en uno de los destinos más encantadores de la costa brasilera. La electricidad llegó a la villa en 1998 y hoy, duchas calientes y aires acondicionados no son más artículos de lujo. Sin embargo, desde que la iluminación de las calles fue prohibida por una ley local, la luna y las estrellas aún están allí para su deleite.
El viaje a Jeri representa un obstáculo natural pero es parte del show. La ruta de Fortaleza a Jericoacoara presenta hermosas playas y villas rústicas. Los últimos 45 minutos los completa ¨sobre arena¨, entre dunas y a lo largo de la playa en lo que es uno de los más hermosos viajes de Brasil (sobre todo a la noche, a la luz de la luna).
Luego de la llegada usted encontrará varios paisajes diferentes, todos juntos en una hermosa y harmoniosa combinación: La villa con calles cubiertas por la arena que viene de las dunas frente al mar... las largas playas con cocoteros... las lagunas creadas por el agua de lluvia entre las dunas...
El constante viento hace de Jericoacoara uno de los mejores lugares del mundo para windsurfing y navegación.
De noche, Jeri es bastante tranquilo y tiene buenas opciones de restaurantes y bares, construyendo un perfecto escenario para amantes.